Hace
ya años que se maneja BIG DATA como repositorio
de la ingente cantidad de información que se genera en nuestro planeta, aunque
solo una parte ínfima se ajuste a nuestras necesidades de conocimiento de
negocio. Y es sobre esta insignificante porción de información universal sobre
la que nuestro negocio necesita actuar. Big Data se alimenta cada vez de más
fuentes de datos: sistemas centrales, sistemas distribuidos, herramientas
ofimáticas, digitalización de papel (NOSQL), web, redes sociales… y ya se están
incorporando datos, cada vez más importantes, desde los accesorios de todo tipo
o wareables y de forma dramática con
Internet de las Cosas (IoT) –su aporte actual es del 4% del total de
información generada, pasando al 10% en 2020-
En
el año 2003 el mundo creó 5EB (exabytes), o lo que lo mismo, 5.000.000.000 GB. Hasta 2007 y desde el inicio de la Humanidad
se habían generado 295 EB, en 2011 esta cantidad de datos se generaba tan solo cada dos días. Sirvan estos datos para entender la magnitud de información a la que nos enfrentamos.
BIG DATA es capaz de absorber cualquier estructura y
origen de datos ya que lo basamos en almacenamiento (más o menos estructurado).
Tan solo el 0,007% de la información creada se encuentra
almacenada en papel