domingo, 27 de marzo de 2016

Las tres patas del banco DIGITAL

La revolución digital se está desarrollando en dos ámbitos contrapuestos pero íntimamente vinculados: oferta y demanda. La tensión entre ambos ha cruzado los umbrales hasta ahora vividos en anteriores revoluciones industriales, donde la oferta iba por delante de la demanda y fijaba el rumbo. Siempre la necesidad ha venido generada desde los ofertantes, visionarios o despabilados. Esto ha desaparecido de la noche al día, en un lustro, y con tan solo unas expectativas de lo que se nos viene encima. Los usuarios, los CLIENTES, los que demandamos SERVICIOS estamos dispuestos a entregar nuestros DATOS para obtener un retorno de calidad, beneficioso y distintivo.

La avalancha de datos estadísticos que, sobre la digitalización y penetración de soportes, recibimos diariamente es abrumadora. Nos asombramos de cómo España es uno de los países con mayor predisposición, y posición, a la digitalización entre las personas, pero uno de los más reticentes y atrasados en el abordaje empresarial y organizativo. Las personas nos hemos convertido en el PRODUCTO a través del cual se ofrecen SERVICIOS. Somos al mismo tiempo parte de la imaginativa oferta y exigente demandante de imaginación.

Han surgido infinidad de empresas al albor de la digitalización pero pocas, muy pocas llegan a Unicornio... e incluso alguna que lo alcanza termina en las garras de Hades en el inframundo empresarial (vgr.: Gowex). Pero gracias a todas ellas, Unicornios, Centauros y Ponis, a la ingente cantidad de imaginación y desparpajo que desprenden, estamos en disposición de transformar la sociedad de manera definitiva e irreversible. Y no hablo de futuro, es un presente estable, con empuje y sobre el que no alcanzamos a vislumbrar el horizonte.

Pero, ¿sobre qué pilares se sustenta la transformación digital? Tres muy singulares y que aportan equilibrio y versatilidad: Cliente, Servicio y Dato.