domingo, 15 de febrero de 2015

La increíble concepción de la Cultura Corporativa Innovadora

Quien más y quien menos pueden convencerse de que su organización se toma muy en serio la innovación. En un pasado artículo de diciembre de 2014 (Leer "¿Por qué lo llaman Innovación cuando quieren decir Evolución?") abría el debate sobre el uso, consciente o no, del concepto Innovación cuando la realidad es otra muy diferente. El primer error es hablar de innovación cuando lo único que estamos haciendo es la mejora de nuestro entorno tecnológico. No se está innovando por utilizar el palabro “cloud” en un entorno de servidores distribuidos y accesibles, en el mejor de los casos. La innovación requiere de algo más, requiere de características especiales, de su detección y reconocimiento, así como su potenciación. Mucho daño haremos a la innovación si permitimos, aplaudimos e incluso premiamos todo tipo de prácticas fraudulentas o basadas en la ignorancia, simplemente por acuñarlas con alguno de los modismos que nos hacen sentir “guais”. Nos hemos convertido en una sociedad aduladora de las prácticas de marketing, perdiendo uno de los valores más enriquecedores, la crítica analítica.


La Cultura Corporativa Innovadora es la criatura más adorable y que mayor potencial de futuro nos puede aportar una Organización. Se trata de un ecosistema completo en el que la retroalimentación y el aprendizaje continuo están garantizados. Y para que se produzca la concepción son necesarios cuatro ingredientes, que no son escasos ni desconocidos, pero son inadvertidos, cuando no ignorados y suplantados, por muchas organizaciones:

1.      LIDERAZGO
2.      TALENTO
3.      PASIÓN
4.      CREATIVIDAD

Pero mucho cuidado en confundirlos con:

1.      NERVIOSISMO
2.      OPORTUNISMO
3.      SEGUIDISMO
4.      OCURRENCIA

Liderazgo


Imprescindible trabajar en los tres estadios de Liderazgo:

1.      Personal: influenciará nuestro entorno vital
2.      Grupal: afectará a los stakeholders
3.      Corporativo: visibilidad en la sociedad

Es La Santísima Trinidad del Liderazgo. Individualmente consiguen efectos parciales y pueden llegar a enturbiar el foco de la organización. Un líder aislado no conseguirá absolutamente nada. Un líder al lado de otro y dentro del entorno cuidado conseguirá éxitos colectivos.

En organizaciones poco maduras se confunde en ocasiones a personas “nerviosas” y se les hace entrega del bordón de líder, cuando la realidad es que no lo utilizan para guiar, más bien para instigar.




Talento


Mi último artículo (Leer "CrowdTalent: el crowdfunding del Talento en las Organizaciones") se apoyaba en la apuesta decidida de la organización por el Talento. No se trata de un don raro de encontrar. Todas las personas poseen talento para hacer cosas y lo que necesitan es el entorno que favorezca su afloramiento. En este ecosistema el Talento será:

1.      Fomentado: se dotará de áreas específicas y acciones definidas para decantar el talento. Se exigirá la aportación de ideas y ninguna será despreciada de inicio.
2.      Disruptivo: se trata de seleccionar aquellas aportaciones que generen oportunidades claras de innovación en cualquier área de negocio y/o proceso operativo.
3.      Protegido: todas las personas de la organización deben de tener la certeza absoluta y la constatación fehaciente de que ésta apuesta sincera y decididamente por el enriquecimiento con base en la participación, durante todo el proceso.

Con el afianzamiento de estas políticas estratégicas se obtendrá la “Reserva de Talento Corporativo”, un repositorio de ideas e iniciativas que podrán ser utilizadas en el momento en que la madurez del mercado y de la propia organización lo aconsejen. Con ello no solo estaremos haciendo llamamientos al talento interno si no que se estarán abriendo las puertas para la llegada de talento externo que busque el entorno propicio para su desarrollo.

Ojo con el “oportunismo” que es fácilmente identificable pero que se cuela por Talento si no se hacen los filtros necesarios.


 

Pasión


Hermoso condimento que no siempre saben interpretar las organizaciones. La pasión se detecta en el ámbito organizacional cuando se aprecian estas tres capacidades:

1.      Ilusión: que acaba con la “rutina”
2.      Capacidad: que termina con la “pereza”
3.      Compartir: que fulmina el “egoísmo”

La contrapartida de la Pasión es el “seguidismo” o interés en engancharse a la idea y el tirón de otro con animosidad y esperanza de salir en la foto de éxito.




Creatividad


Diría que se trata del más abstracto de los cuatro ingredientes de la Cultura Corporativa Innovadora. Hablo de una creatividad productiva en cualquiera de los ámbitos operativos de la organización. Cuatro píldoras son las que activarán la materia gris y la convertirán en un arco iris de propuestas:

1.      Oportunidad: en aprovechar el momento no solo de madurez si no de ruptura
2.      Visión: a medio y largo plazo en la viabilidad de la oportunidad
3.      Diferencial: mejorar, disminuir, crear y eliminar… “Océano Azul”
4.      Rendimiento: evidentemente debe de aportar ganancia tangible o intangible en favor de la marca, producto y/o servicio.

El intruso de la Creatividad es la “ocurrencia”. Podrá lucir alguna de las píldoras pero analizando un poco comprobaremos que no son otra cosa que “lacasitos”. Como placebo puede funcionar pero cara al exterior causará bastante gracia.





Estamos en la era de la comunicación y el intercambio radical de información. No estamos aislados en nuestras políticas organizativas, todo lo contrario, cada acto, cada decisión va a ser analizada por todos los stakeholders entre los que se encuentran socios, accionistas, clientes, proveedores, empleados… y todos y cada uno de ellos deben de tener algo que decir, algo que aportar. No es buena idea crear estrategias a espaldas de la sociedad y es suicida no tenerlas.

De cómo estructurar y manejar estas capacidades me aplicaré en otro artículo.

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