Be Digital My Friend!

Que lo digital está en marcha y es imparable nadie lo duda. Los movimientos empresariales de estos últimos meses y especialmente significativos en las últimas semanas así lo demuestran. De repente ha llegado la pandemia digital a todos los rincones del globo. ¿Estaremos ante otro proceso de “maricón el último”?

Hace pocos años la estrategia de las empresas era vender su verdor con la complicidad en el medio ambiente y su más que convincente marketing hacia el compromiso corporativo con los árboles, los ríos y las mariposas. Casi en paralelo llegó la era inteligente que nos convertía en estúpidos a todos los humanos ya que no solo los teléfonos, los textiles, los electrodomésticos, los automóviles y cualquier forma no humana era inteligente.

Ahora nos llega la era DIGITAL en la que todos corren hacia el maná, El Dorado del siglo XXI. Sonó la trompeta que abrió los cielos y descendió el ansiado patrón del futuro, el secreto mejor guardado desde el fuego. En realidad, ¿sabemos la dirección que hemos tomado? ¿Hemos analizado seriamente lo que significa la Era Digital?

La única certeza que tenemos es que algunas Startups han puesto en pie de guerra a todas las industrias al radicalizar y simplificar al mismo tiempo la gestión de lo que hasta ahora se pensaba coto exclusivo de algunos sectores, la banca, la logística, los contenidos, el transporte y en menor medida, de momento, en los seguros y administración pública. La aparición rupturista y la acogida sorpresiva del mercado (usuarios) han derribado todos los pilares de sectores centenarios, estratégicos y cerrados.

“Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, echa las tuyas a remojar”. Es lo que han entendido todos y se han lanzado a la adquisición compulsiva de startups por dos motivos, ser los primeros en tener “algo” y sacar del mercado incontrolado ese “algo”. En unos casos existe una estrategia decidida y planificada a golpe de cambios directivos y en otros al uso de “startup hunters”. Éstos serían los convencidos. En el otro extremo están los escépticos o enteraos que o no hacen nada pensando en fiebre pasajera o se sobran ellos solitos. Quizás ninguno de los extremos está obrando en consecuencia a la realidad.

En lo que nos queda de década veremos más de una KODAK o NOKIA desapareciendo por incomparecencia, al tiempo que algunas de las explosivas Startups rupturistas sonarán como canción de verano y fallecerán con las chicharras y los grillos al final del estío. Pero en cualquiera de los casos arrastrarán a todos aquellos que se unan o no a la secta digital y no hayan utilizado profilácticos contra los modismos.

La tecnología debe de marcar la evolución de la actividad económica, pero no debe de ser nunca el modelo innovador. La innovación es, como he dicho tantas veces, el motor de avance, la brújula que indique el rumbo a tomar según el destino que deseemos, la selección de la tripulación que nos acompañará. La evolución es el apoyo, la adaptación de los cambios –hoy tecnológicos- para conseguir los objetivos.

La Innovación Digital es la forma de llegar al éxito porque exprime y exige lo mejor del Talento, la máxima Pasión, la victoria de la Creatividad sobre la ejecutiva simple y el Liderazgo Emocional. Si simplificamos caeremos en la rutina.

Ojo con los cantos de sirena no sea que nos atraigan a las profundidades y allí hace mucho frío, no se ve nada, parece que estemos solos pero es posible que tengamos muchos vecinos igual de fríos, ciegos y aislados.