Quien más y quien menos pueden convencerse de que su
organización se toma muy en serio la innovación. En un pasado artículo de
diciembre de 2014 (Leer
"¿Por qué lo llaman Innovación cuando quieren decir Evolución?") abría el debate sobre el uso, consciente o no, del
concepto Innovación cuando la realidad es otra muy diferente. El primer error
es hablar de innovación cuando lo único que estamos haciendo es la mejora de
nuestro entorno tecnológico. No se está innovando por utilizar el palabro
“cloud” en un entorno de servidores distribuidos y accesibles, en el mejor de
los casos. La innovación requiere de algo más, requiere de características
especiales, de su detección y reconocimiento, así como su potenciación. Mucho
daño haremos a la innovación si permitimos, aplaudimos e incluso premiamos todo
tipo de prácticas fraudulentas o basadas en la ignorancia, simplemente por
acuñarlas con alguno de los modismos que nos hacen sentir “guais”. Nos hemos
convertido en una sociedad aduladora de las prácticas de marketing, perdiendo
uno de los valores más enriquecedores, la crítica analítica.
La Cultura
Corporativa Innovadora es la criatura más adorable y que mayor potencial de
futuro nos puede aportar una Organización. Se trata de un ecosistema completo
en el que la retroalimentación y el aprendizaje continuo están garantizados. Y
para que se produzca la concepción son necesarios cuatro ingredientes, que no
son escasos ni desconocidos, pero son inadvertidos, cuando no ignorados y
suplantados, por muchas organizaciones:
1.
LIDERAZGO
2.
TALENTO
3.
PASIÓN
4.
CREATIVIDAD
Pero mucho cuidado en confundirlos con:
1.
NERVIOSISMO
2.
OPORTUNISMO
3.
SEGUIDISMO
4.
OCURRENCIA
Liderazgo
Imprescindible trabajar en los tres estadios de
Liderazgo:
1.
Personal: influenciará nuestro entorno vital
2.
Grupal: afectará a los stakeholders
3.
Corporativo: visibilidad en la sociedad
Es La Santísima Trinidad del Liderazgo.
Individualmente consiguen efectos parciales y pueden llegar a enturbiar el foco
de la organización. Un líder aislado no conseguirá absolutamente nada. Un líder
al lado de otro y dentro del entorno cuidado conseguirá éxitos colectivos.
En organizaciones poco maduras se confunde en
ocasiones a personas “nerviosas” y se les hace entrega del bordón de líder,
cuando la realidad es que no lo utilizan para guiar, más bien para instigar.
Talento
Mi último artículo (Leer "CrowdTalent: el crowdfunding del Talento en las
Organizaciones") se apoyaba en la apuesta decidida de la organización por el
Talento. No se trata de un don raro de encontrar. Todas las personas poseen
talento para hacer cosas y lo que necesitan es el entorno que favorezca su
afloramiento. En este ecosistema el Talento será:
1.
Fomentado: se dotará de áreas específicas y acciones definidas
para decantar el talento. Se exigirá la aportación de ideas y ninguna será
despreciada de inicio.
2.
Disruptivo: se trata de seleccionar aquellas aportaciones que
generen oportunidades claras de innovación en cualquier área de negocio y/o
proceso operativo.
3.
Protegido: todas las personas de la organización deben de tener
la certeza absoluta y la constatación fehaciente de que ésta apuesta sincera y
decididamente por el enriquecimiento con base en la participación, durante todo
el proceso.
Con el afianzamiento de estas políticas estratégicas
se obtendrá la “Reserva de Talento Corporativo”, un repositorio de ideas e
iniciativas que podrán ser utilizadas en el momento en que la madurez del
mercado y de la propia organización lo aconsejen. Con ello no solo estaremos
haciendo llamamientos al talento interno si no que se estarán abriendo las
puertas para la llegada de talento externo que busque el entorno propicio para
su desarrollo.
Ojo con el “oportunismo” que es fácilmente
identificable pero que se cuela por Talento si no se hacen los filtros
necesarios.
Pasión
Hermoso condimento que no siempre saben interpretar
las organizaciones. La pasión se detecta en el ámbito organizacional cuando se
aprecian estas tres capacidades:
1.
Ilusión: que acaba con la “rutina”
2.
Capacidad: que termina con la “pereza”
3.
Compartir: que fulmina el “egoísmo”
La contrapartida de la Pasión es el “seguidismo” o
interés en engancharse a la idea y el tirón de otro con animosidad y esperanza
de salir en la foto de éxito.
Creatividad
Diría que se trata del más abstracto de los cuatro
ingredientes de la Cultura Corporativa Innovadora. Hablo de una creatividad
productiva en cualquiera de los ámbitos operativos de la organización. Cuatro píldoras
son las que activarán la materia gris y la convertirán en un arco iris de
propuestas:
1.
Oportunidad: en aprovechar el momento no solo de madurez si no de
ruptura
2.
Visión: a medio y largo plazo en la viabilidad de la
oportunidad
3.
Diferencial: mejorar, disminuir, crear y eliminar… “Océano Azul”
4.
Rendimiento: evidentemente debe de aportar ganancia tangible o
intangible en favor de la marca, producto y/o servicio.
El intruso de la Creatividad es la “ocurrencia”. Podrá
lucir alguna de las píldoras pero analizando un poco comprobaremos que no son
otra cosa que “lacasitos”. Como placebo puede funcionar pero cara al exterior
causará bastante gracia.
Estamos en la era de la comunicación y el intercambio
radical de información. No estamos aislados en nuestras políticas
organizativas, todo lo contrario, cada acto, cada decisión va a ser analizada
por todos los stakeholders entre los que se encuentran socios, accionistas,
clientes, proveedores, empleados… y todos y cada uno de ellos deben de tener
algo que decir, algo que aportar. No es buena idea crear estrategias a espaldas
de la sociedad y es suicida no tenerlas.
De cómo estructurar y manejar estas capacidades me
aplicaré en otro artículo.
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