Se
ha asentado en la Historia de la Humanidad la existencia de tres revoluciones
industriales y una cuarta sobre la que estamos surcando aguas jamás conocidas y
a una velocidad que, socialmente, deja en pañales a Hyperloop.
Todas
y cada una de las Revoluciones Industriales pasadas tuvieron un impacto directo
y radical en la sociedad de la época. La evolución de la propia revolución
acorta los plazos de impacto según se van sucediendo. La comunicación directa
entre las personas y el transporte geográfico aceleran el conocimiento y las
repercusiones en la sociedad, digámoslo, en las personas.
- La primera revolución industrial (Inglaterra 1786), llevó cambios radicales a los medios de producción al incorporar instrumentos mecánicos de tracción -hidráulicos y a vapor- el telar mecánico, maquinaria agrícola y la locomotora.
- Entre 1870 y la Primera Guerra Mundial ocurrió la segunda revolución en Inglaterra, Europa Occidental, EE.UU. y Japón, siendo desarrollados la electricidad, la bombilla, el radio trasmisor, el automóvil de combustión interna e iniciadas muchas industrias.
- La tercera, llamada revolución de los elementos inteligentes, surgió en los últimos 30 años del siglo XX e impulsó la aviación, la era espacial, la energía atómica, la cibernética, los ordenadores personales y la tecnología de la información para automatizar la producción, el Internet.
Ordenemos
el impacto social de cada una:
- Migración masiva de familias completas del entorno rural a la ciudad (burgo). Los aldeanos, agricultores y ganaderos, abandonaron las tierras amplias y el aire puro para trasladarse a pisos pequeños, mal acondicionados y aire viciado por los residuos del carburante utilizado, el carbón. Se crearon guetos donde los “burgueses”, trabajadores de ciudad, se hacinaban con salarios miserables, mientras los empleadores empresarios crecían en riqueza e instalaban sus fastuosas mansiones fuera del burgo. Caldo de cultivo de revueltas y asociaciones no todas con buenos objetivos. El abandono del campo provocó desabastecimiento de productos básicos y su encarecimiento, lo que concluyó con una mayor pobreza y desencanto. Las Revoluciones Sociales fueron llegando como fruta madura y afectaron a los dos continentes desarrollados, Europa y América (más en el norte que en centro-sur). Toda revolución social es como una goma elástica, se expande (utopía) y el retroceso (vuelta a la realidad) provoca guerras y golpes de estado.
- La generalización de la información con el uso expansivo de la imprenta, los periódicos, la radiofonía incipiente, unido a la mejora de los transportes y el uso de nuevos generadores de energía, electricidad y el petróleo, sustituyendo y desnivelando el peso monopolista hasta entonces del carbón, fueron palancas de una nueva transformación social profunda. Los obreros aumentaron significativamente su capacidad adquisitiva, las fábricas ya no se encontraban cautivas de la fuente de energía y se deslocalizaron, aumentando las transacciones comerciales. Con ello se sustituyó la rebelión social violenta por la participación y colectivización de los ideales en partidos políticos, lo que confluyó en la democratización de gran parte de países, lo más avanzados en los métodos educativos y en la extensión del ferrocarril. La causalidad de estos avances provocó la división de la clase trabajadora en dos que se fueron separando y diferenciando cada vez más: la clase media-alta (burguesía) y la clase baja (proletariado) La industria textil dio paso a la metalúrgica (con nuevos metales como el cobre o el aluminio, con el que se fabricaron nuevos productos como bicicletas, máquinas de escribir, automóviles y los primeros aviones) e industria química (que permitió fabricar plásticos, abonos o fibras sintéticas) La agricultura volvió a tomar representatividad en la economía, por su industrialización y mecanización; el transporte y la comunicación universalizaron la cultura, el conocimiento y la información; expansión del capitalismo, que conlleva una concentración tanto empresarial (creando cartels, holdings y trusts que son grandes oligopolios) como financiera con la creación de los grandes bancos. Aun así la explotación a los trabajadores se mantiene y cómo sería la situación que el Papa León XIII decidió mojarse con la encíclica Rerum novarum, publicada el 15 de mayo de 1891. Ya no se trataba sólo de caridad, sino de justicia. “Es inhumano abusar de los hombres, como si fueran cosas, para sacar provecho de ellos”. La población en Europa crece exponencialmente y ante la precariedad del proletariado se inicia el período de emigración a Latinoamérica, Australia y EE.UU., con grandes extensiones deshabitadas y potencial de crecimiento.
- El primer gran cambio que se percibe es la Globalización de la economía tomado como origen el agrupamiento de los países en asociaciones económicas e incluso gérmenes de nuevas multinaciones geopolíticas. La unión hace la fuerza y con la aparición del Internet la información comienza a fluir de manera casi descontrolada, inmediata y universalmente. La sociedad corre tras los nuevos elementos tecnológicos que ofrecen esta accesibilidad y casi la sensación de omnipresencia. Los hábitos y costumbres se descentralizan y por primera vez en la historia de la Humanidad la información llega al mismo tiempo que se está produciendo a cualquier punto, con conectividad, del planeta. Nacen grandes corporaciones de la tecnología y manejo de información, pero la velocidad del cambio genera un efecto Doppler en la economía y rompe la barrera del sonido, en lo que se denominó la Burbuja.com. La sociedad no estaba acostumbrada a un ritmo frenético de transformación a nivel personal, incluso de intimidad. No se administraba la seguridad y el volumen de datos con la oferta de soluciones recién salidas del horno y sin apenas comprobaciones. La creatividad estaba financiada por los grupos bancarios y estaba en sus decisiones de riesgo la viabilidad de ideas que no tenían contraste histórico y por lo tanto carecían de solvencia, más allá de la credibilidad de los creadores ideólogos.
Tras
la Gran Crisis Global iniciada a finales de la primera década del siglo XXI, y
sin haber conseguido escapar de sus orígenes ni acertar con las soluciones, se
produce el gran paradigma de las Revoluciones Industriales. Primera, segunda y
tercera provocaron cambios en la sociedad partiendo de invenciones que, en sus
inicios inciertos, no lograban captar la atención, ni tan siquiera la
necesidad. En una sociedad estancada durante siglos, en lo evolutivo y
demográfico, y más aún en el reflejo en la renta per cápita de las clases
medias o burguesas, no era de extrañar que lo máximo que acaparaban estos
inventos era la curiosidad como la que generaban los malformados grotescos en
las ferias. Se tardaban décadas en una inmersión social a lo disruptivo del
momento. Pasaban generaciones hasta que se comprendían y aceptaban los nuevos
modelos de negocio… y sociales, si bien los plazos se acortan entre cada una de
las revoluciones. Como se ha descrito anteriormente, los cambios sociales
provocaron a su vez la ruptura con la geopolítica establecida posibilitando revueltas
y dictaduras proletarias como reacción al desconocimiento de la transformación
que se producía. Tampoco se escapan de responsabilidad una mayoría de
empresarios de cada época que caían complacidos en los dos primeros pecados
capitales, AVARICIA y SOBERBIA, esclavizando y explotando a los trabajadores
por salarios mínimos.
El
paradigma es,
El trabajo no se destruye con la evolución, simplemente se tecnifica y requiere de nuevos modelos educativos.
Cada
Revolución ha acabado con hábitos de trabajo tradicionales y ha creado otros
nuevos, siempre ha sido así y ahora no va a ser diferente. Andamos
escandalizados y/o asustados porque muchos puestos de trabajo van a desaparecen
por la irrupción de los robots y los sistemas cognitivos y de aprendizaje. Nada
diferente a lo que ocurrió en la década de los 80 con la explosión del uso de
los ordenadores en las empresas. La amenaza que se cernió sobre millones de
trabajadores quedó en la especialización de otros muchos. La generalización de
automatismos en la industria desembocó en más puestos de trabajo técnicamente
superiores y mayor renta per cápita.
Hay
quien mantiene que continuamos en la Tercera Revolución Industrial, como una
secuela, esa que comenzó en las décadas 70-80 del siglo pasado. Ufff!!! Si
alguien aún está convencido que los Modelos de Negocio se parecen en algo
aquellos a los actuales, es más, si alguien ve la Sociedad de aquellas décadas
similar a la que no sabe vivir hoy sin un aparatito que entra en cualquier
bolsillo y atesora toda su vida y sus necesidades, si existe alguien así, no ha
entendido lo que ocurre a su alrededor. Pero no es una afirmación mía, “Dominando la Cuarta Revolución Industrial”
fue el objetivo del Foro Económico Mundial 2016, al que asistieron unas
2.500 personas, entre jefes de Estados, empresarios, académicos, representantes
de organismos internacionales, sociedad civil. Parece que sí, estamos en
la Cuarta Revolución Industrial o ¿Primera Revolución Social Global?
Lo
paradójico de esta nueva Revolución es que no se ha originado con la aparición
de un invento relacionado directamente con la industria, que arrastra a la
sociedad hacia nuevos modelos de trabajo y vida, sino que más bien está siendo
la industria la que se está adaptando a los cambios provocados por la sociedad.
Por primera vez en la Historia de la Humanidad los cambios vienen de la mano de
la INNOVACIÓN y es la SOCIEDAD, las PERSONAS quienes están instigando al cambio
rápido y radical de los Modelos de Negocio, partiendo de la inagotable fuente
de creatividad en la Tecnología. Por tanto, debemos sustituir el concepto
Revolución Industrial por el de REVOLUCIÓN SOCIAL GLOBAL ya que no afecta
únicamente a la industria, implica al conjunto de la Sociedad.
El
nuevo paradigma en la REVOLUCIÓN SOCIAL es el origen de la financiación. Mentes
creativas siempre han existido, pero muchas de las ideas que surgían se topaban
con el mayor obstáculo, la financiación. En las Revoluciones Industriales el
único foco para obtener dinero era el sector Financiero, o disponer de un
capital suficiente y estar dispuesto a arriesgarlo. Más hubo de los segundos
que de los primeros en los que consiguieron éxito, lamentablemente. Pero ahora,
gracias a la Crisis Global del siglo XXI se han puesto en marcha mecanismos de
financiación que aíslan la necesidad de acudir a un banco. El primer modelo que
apareció fue el crowdfunding, poner
tu idea en internet y que personas anónimas se interesaran y aportaran pequeñas
cantidades de dinero. El riesgo se diluía drásticamente y la idea se podía
materializar. Pero claro, hay fortunas en el mundo que invierten en todo tipo
de negocio, hasta ahora consolidado y regulado. Pero se dieron cuenta de que
millones de personas en el mundo se habían puesto a pensar y crear nuevos
modelos de negocio, motivado precisamente por la Crisis y la ausencia de futuro
cercano y certero. Algunos de esos modelos se estaban consolidando y ellos eran
meros espectadores. Y de la avidez de invertir y obtener beneficios apareció la
figura del Business Angel, persona o
entidad que se dedicaba a investigar los miles de startups que surgen en el
mundo, hacer seguimiento y ser los primeros en poner dinero si observan
viabilidad y alta probabilidad de éxito. No todas lo consiguen, pero aquí se
trabaja por media, y la media ofrece buenos dividendos. Por último, otro tipo
de inversores, y aquí se reengancharon los actores financieros, comprendieron
que lo más positivo sería contar ellos mismos con su granja de startups y crearon los Viveros donde tener controlados, y sobre todo en exclusiva, a
decenas de personas y grupos de una creatividad inmensa. El riesgo de esta
ultima es fagocitar el espíritu innovador al incrustar esta nueva pieza en una
estructura tradicional.
Sea
como fuere, hoy vivimos en una sociedad creativa, productiva y con
posibilidades casi ilimitadas de generar cambios en nuestro entorno. Pequeños,
personales o grandes y globales. El elemento acelerador de este nuevo modelo
creativo es la Tecnología. En la Tercera Revolución Industrial de decía se la
Informática había revolucionado los procesos empresariales. Ahora, en la
Revolución Social Global, la Tecnología está revolucionando el propio
pensamiento, haciendo que pueda ser posible cualquier sueño.
La
desigualdad en el reparto de la riqueza y ocupación laboral no obstante se
mantiene, la revolución que ha comenzado posee tres pilares que favorecen
enormemente el logro de un equilibrio, a medio plazo.
- Velocidad de los cambios
- Comunicación universal
- Acceso a la información
El
acceso a la información es inmediato y universal. Ya no existen barreras
temporales, geográficas ni tan siquiera de estatus social. El país con más
accesos a internet desde un móvil (Figura 1) es Nigeria con más del 85%, pero posee
un 53.7% de población desconectada (Figura 2). Estados Unidos se encuentra en
el puesto décimo octavo del primer ranking con un 35% de acceso a internet
desde el móvil (por debajo de la media) y el 19% de la población no conectada.
Es decir, que la posibilidad de estar conectado no asegura una ratio alta de
conexión. La respuesta es la necesidad de conexión móvil y no fija.
Estos
datos revelan que según se vaya generalizando la conectividad móvil los países
emergentes y/o menos desarrollados tendrán unas ratios elevadas de conexión
real. Pero ¿a qué tipo de información acceden en sus conexiones los usuarios de
estos países? Tomamos como ejemplo a la India y es desolador:
Denota
que los usuarios están ubicados geográficamente en zonas urbanas y las
necesidades de información son más sociales que temáticas personales.
El
abanico de soluciones enfocadas a los más desfavorecidos se ha abierto
definitivamente en forma de 3600. La facilidad en el desarrollo de
iniciativas sociales se ha incrementado exponencialmente al amparo de las
nuevas tecnologías y plataformas de desarrollo. Esto unido a la facilidad de su
implementación en plataformas móviles ha producido una explosión cuya onda
expansiva ha alcanzado a todos los rincones del mundo… siendo necesaria la
extensión de conectividad al 100% del globo y en ello andan inmersas entidades
involucradas en diferentes proyectos de conexión vía satélite, lo que
conllevará reducción de costes, rápido acceso y aumento de usuarios conectados.
La
Revolución Social Global debe de calar en todos los actores, trabajadores por
cuenta propia o ajena, empresarios, políticos, sindicatos, ONG’s, Entidades
Estatales, Regionales y Mundiales. Debe de existir un mensaje conjunto, claro e
inequívoco de que los cambios son irremediables y continuarán. La solución no
es enfrentarse a los cambios, no es crear frentes sociales contra lo inevitable
generando unas expectativas que jamás se realizarán, porque serán aplastadas
por la velocidad y persistencia de la Innovación. La única manera de aglutinar
y ayudar a las personas y organizaciones a no quedarse aisladas, a no perder la
esperanza de que el futuro siempre es mejor, es la unidad de acción y la
claridad:
- Comunicar la realidad
- Formar en los nuevos entornos sociales y económicos
- Posibilitar prácticas reales en situaciones reales
- Apoyar sin subvencionar, pero tampoco asfixiando con tributos