martes, 29 de julio de 2014

Mi vida y tu isla

Aun no me había recuperado de la última sacudida cuando la furia de la tormenta se cebó en mí definitivamente. Un golpe seco de la ola más enorme que mis ojos habían visto jamás me catapultó a treinta metros de mi pequeña embarcación con la facilidad con que un niño lanza su patito de goma contra la mejor figura de Lladró. Paralizado por el terror y exhausto por los innumerables intentos de permanecer aferrado a Mi Vida, que era el nombre de mi pequeño y coqueto velero, perdí la consciencia.

Mi Vida era nada suntuoso. Justo con los utensilios que hacen de un aficionado al mar sentirse cómodo y orgulloso. Cinco metros de eslora dan para mucho. Todos mis ahorros estaban invertidos en ella, no poseía ni más ni menos que lo que deseaba. El camarote era el corazón de Mi Vida. Una vez instalado y cerrada la escotilla, el mundo cambiaba de sentido. Era yo el centro del universo. Las paredes estaban repletas de recuerdos agradables. Unos porque en sí lo fueron, y en verdad que los hubo intensos, y otros porque con el paso del tiempo decantaron sus rencores aflorando los momentos que hacen sentirlos como recuerdos. Fotos, una en el desaparecido puente que unía el barrio de los Remedios con Tablada salvando la vía del tren del puerto de Sevilla; otra, la más entrañable, junto con mis padres y mi hermana cuando solamente contaba con dos años de vida; y sobre todo, aquélla de la que más orgulloso me sentía y era fija en las presentaciones de los invitados, el pueblo reconstruido Taíno en Güamá, Cuba. Pequeños objetos se agolpaban en los tres estantes de madera dispuestos anárquicamente en estribor. Alguna moneda que, como todo, tenía especial significado; siete piezas de distinta munición conseguida durante la mili mediante artes que no voy a contar; tres de los mejores coches miniatura que disfruté en mi infancia; el anillo que me regaló aquella chica que marcó definitivamente mi existencia; todas las canicas que fui ganando durante mi juventud y que descansan en una bolsa de tela de un color rojo intenso que hizo mi madre; una perdiz disecada sobre la que el orgullo de mi primera pieza cobrada va decreciendo con el paso de los años. Enfrente, un pequeño armario en el que discuten por el espacio ropa y libros. Ropa la justa para no andar apurado. Libros nuevos, los necesarios para espolear todos los sentimientos y los fijos de toda la vida. Y en la tarima que se encontraba a la cabeza del camastro y justo debajo del ojo de buey, lucían mis tres obras de arte, aquellas por las que daría la vida. Todos mis desvelos fueron suficientes para verlos crecer. Nunca esperé recompensa, pero al contemplarlos nadar y adivinar sus miradas a través del cristal, es suficiente para justificar toda una vida. Aquellos pececillos me colmaban de felicidad.

Una luz intensa me obligó a abrir los ojos. Rodeado de algas, empapado y medio vestido, desperté en una playa muy pequeña. Miré a mi alrededor y no alcancé a ver ningún salvavidas ni tablón al que me pudiese haber aferrado. Mi asombro se convirtió en estupor cuando, detrás de unas gigantescas hojas secas de palmera y semienterrado en la arena, descubrí el pequeño acuario que construí con pasión para mis tres pececillos. Hundí la cara entre mis manos. La desolación y el llanto afloraron.

Pasaron las horas. Me levanté a duras penas con vergüenza de estar vivo. Un arrebato incontenible me hizo volver la vista al mar. Algo inexplicable volvía a ocurrir de nuevo. Un jirón de mi camisa luchaba por alcanzar la orilla. En contra de la razón, aquel trozo de tela tenía vida y las turbulencias de las pequeñas olas al romper no impedían que avanzase. Un impulso de ilusión repentina me hizo volar hacia la orilla. Mis ojos no daban crédito, mis tres pececillos batían sus aletas con un mismo objetivo, salvar lo poco que me quedaba como habían hecho anteriormente conmigo. Transcurrido un tiempo la isla fue mi hogar estable, y mis tres pececillos mi ilusión.

Nunca lograré explicar cómo consiguieron arrastrarme hasta la playa, ni cuanto tiempo empeñaron en ello, lo que ocurre en los sueños es, muchas veces, contrario a la lógica, pero el significado de hechos tales como el nombre del barco, los recuerdos, los tres pececillos que me ayudan a superar un mal momento, la llegada a una isla que me acoge y me devuelve la vida, obligan a pensar. Lo único que puedo saber con certeza es que aún después de despertar de este sueño, sigo buscando el tesoro que a buen seguro esconde tu isla.

lunes, 28 de julio de 2014

COACHING INNOVADOR: sea innovador en 10 sesiones (o menos)

¿Le apasiona la innovación? ¿Quiere ser un profesional de éxito? Descubra cómo convertirse en un líder innovador en tan solo 10 pasos (o menos si tiene prisa)

Si el lector ha interpretado el título y el primer párrafo de este artículo como ironía, enhorabuena porque no va a tirar su dinero. Este "anuncio" no lo he encontrado, aún, en ningún periódico o revista, pero se puede intuir entrelineas o se desprende de algunas afirmaciones que se leen/escuchan en el ámbito organizacional. Trivializar, simplificar y relativizar en las expectativas que se crean cuando se ofrecen cambios de personalidad... ¡¡ojito!!
Unos espíritus son aventureros y se contraponen a los espíritus sedentarios. La cabra tira al monte y se deja llevar más por sus instintos primarios que por aprendizajes inducidos. ¿Se puede modelar? Rotundamente sí, pero jamás anular "lo que somos por naturaleza" en el registro genético.

¿Dónde quiero llegar? Sencillamente la opción de la innovación no es una decisión de una o varias personas y se lleve a cabo a golpe de órdenes o incluso de la muy buena voluntad. El proceso de innovación busca como alimento básico un espíritu innovador, preparado y con conocimientos profundos. Resalto: espíritu innovador. El innovador nace, no se hace. Pero por el simple hecho de nacer con una impronta innovadora no debe (porque poder se puede) salir a administrar "sacramentos redentores y salvadores", porque con toda seguridad la penitencia que imponga no será la ajustada a las necesidades de cada necesitado de perdón.

Preparación metodológica, pautas de comportamiento, multidisciplina de procesos de negocio, son algunos ingredientes que serán añadidos a la genética innovadora innata para ser más profesional innovador, con mayor eficiencia y resultados en excelencia. Cuando uno cree ser INNOVADOR, llega el momento de los "tics".

- Entonces Maestro, si se nace genéticamente innovador, ¿se pueden gobernar proyectos de base innovadora?
- ¿Puede un jamaicano ser oro olímpico simplemente por tener genes velocistas? No "pequeño saltamontes", el segundo pilar de un innovador es el Liderazgo.

(Disculpad esta referencia a la mítica serie "Kun-Fu" de mi infancia/juventud, pero me marcó)

Una vez más consiste en un factor genético. Con técnicas de aprendizaje y potenciadoras de recursos innatos se puede fortalecer y encaminar un espíritu hacia un liderazgo positivo y emocional.

- Entonces Maestro, con estos dos pilares genéticos y formados, ¿ya se puede decir que es un INNOVADOR?
- ¿Acaso puede un flamenco mantener el equilibrio sobre una sola pata? Sí "pequeño saltamontes", pero esta genialidad la consigue su evolución genética, no requiere de aprendizaje. ¿Puede una persona permanecer inmóvil sobre sus dos piernas? Evidentemente "pequeño saltamontes". Pero el auténtico equilibrio se sustenta sobre tres pilares, por irregular que sea el terreno, tres bases siempre se ajustarán, si son lo suficientemente adaptables. La rigidez mata al equilibrista. El tercer pilar para un auténtico INNOVADOR es la Inteligencia Emocional individual aplicada a obtener un CI Grupal.

De nuevo tenemos que reconocer que el tercer pilar y por consiguiente el equilibrio natural de la innovación recae en la definición caprichosa, pero determinante, del perfil genético.

Voy a dejar descansar al "pequeño saltamontes" para que asimile los conceptos, pero deberá de tener en cuenta que nada puede determinar el destino ni el futuro de una persona, por muchas capacidades y habilidades innatas que posea, si no existe determinación, esfuerzo, valentía y sinceridad.

Si piensas que aún está incompleto el edificio Innovador, tienes toda la razón. Los tres pilares, siendo el sostén de equilibrio pero sin cubierta, obligarían a ir saltando de pilar en pilar o mantenerse a horcajadas sobre dos de ellos, despistando el tercero. ¿Qué necesitamos? El suelo de la realidad. Descansará sobre los tres pilares una solera de experiencia, conocimiento sectorial y análisis evolutivo. Es decisión individual el aporte de cada componente y el grosor sobre el que quiera sustentar el suelo de la realidad.

miércoles, 23 de julio de 2014

Cambio NO Innovador - Causas y Efectos

Cuando se aborda un proceso de cambio INNOVADOR es preferible hablar con toda claridad de INNOVACIÓN, con el fin de limitar la errónea percepción, en el exterior, del proceso iniciado. Cuando John Kotter enunció su "Modelo de Gestión del Cambio" hubo de especificar que se trataba del cambio trascendente, conceptual, innovador.

Al iniciar un proceso de cambio en el que, por iniciativa y decisión propia no se va a sopesar y enjuiciar todo el modelo productivo y de negocio, se trata de un proceso de "Cambio NO Innovador". El plan que se obtenga como resultado lo será, sin ningún lugar a dudas, un plan a imagen de las personas que lo diseñan, de sus limitaciones e incluso sus frustraciones. De lo anterior no se debe de desprender, en ningún momento, reproche o falta de respeto ya que es tan lícito como otra decisión. Eso sí, han de conocerse las causas que lo originan y los efectos que obtendremos a cambio. Todos, todos somos presos de alguna de estas trampas que impiden abordar procesos complejos, y precisamente por ello es necesaria la reflexión sincera y soportada por información verídica y cierta de la situación, así como de asesoramiento externo.

Paso a relacionar las posibles Causas de acometer un proceso de "Cambio NO Innovador" y los Efectos que tendrá en la organización.

CAUSAS:
1.- Dirección anclada. Cuando el órgano de dirección de la organización, por los motivos que fuere, no aborda con reflexión crítica el estado de su modelo, lo que origina inmovilismo organizativo, parálisis operativa y pérdida evidente de oportunidades evolutivas.
2.- Freno de mano. Existen decisiones personales que limitan gravemente el análisis realista y verídico. Esto es más grave cuanto mayor es la auto desconfianza profesional de la/s persona/s que se ven involucradas en la toma de decisión.
3.- Muralla China. No es tan inusual encontrar organizaciones que se encierran en sus éxitos o presunta posición dominante (por resultados o moralidad) Un año perdido costará un mínimo de cinco para recuperar el terreno perdido, aunque seguramente, a la velocidad a la que se mueve el mundo de los negocios cuando lleguemos al quinto nos quedarán os más... como la fábula de la liebre y la tortuga.
4.- Efecto Santo Tomás. Conviene tener precaución antes de comenzar una iniciativa del calado de un Plan de Innovación Corporativo. Desde luego, si no se tiene claro qué, para qué y cómo, mejor no hacerlo solos. En el momento en que asalta una duda o inquietud sobre cambios, contactar con expertos y abordar un simulacro que nos permita medir los efectos será lo más inteligente. Jamás quedarse quietos.

EFECTOS:
1.- "Siempre se ha hecho así". Es el resultado de la NO toma de decisiones a tiempo. A mayor plazo de reacción, mayor será la auto complacencia con los procesos, el modelo y las personas... aunque siempre al final alguien "paga el pato" y no es precisamente el responsable de la situación.
2.- Impermeabilidad al empleado. Nunca calará en las personas una cultura clara de creatividad, impidiendo que, desde el núcleo de la organización, se proyecten mejoras. Las personas se limitarán a ejecutar y nunca a crear.
3.- Repercusión exterior. La proyección que se percibe en los "stakeholders" ante un cambio no innovador es de una organización sin recorrido y anclada. En este momento de explosión viral de la comunicación social, no se pueden enviar mensajes engañosos o simplemente difusos.
4.- Atropello con víctimas. Finalmente, la organización será arrollada por el propio mercado evolutivo y la desconfianza de los clientes. Las víctimas se contarán por decenas, cientos, miles, dependiendo del impacto que tenga la tragedia, no sólo en la propia organización si no en los terceros dependientes.

Evidentemente las consecuencias no tendrán que ser siempre catastróficas, pero en el ciento por ciento de las ocasiones se sufrirán impactos negativos... y víctimas. La diferencia entre un cambio no innovador y un Plan Innovador puede resultar de ligeros matices, pero éstos provocarán una desproporción en cascada de los resultados esperados.

Hoy es inevitable que todas las personas que poseen capacidad de alta dirección y toma de decisiones estratégicas inicien, con sinceridad y respecto a su entorno, un Plan de Innovación Corporativa. Los resultados pueden incluso sorprender. La Cuenta de Resultados es importante, pero lo es más el posicionamiento en nuestro sector y la capacidad de innovar y crear tendencia en nuestro mercado.



Las decisiones deben de ser arriesgadas por INNOVADORAS, no por UTÓPICAS.


viernes, 18 de julio de 2014

Cambio o Innovación

A pesar de que el concepto "Innovación", en el marco restringido de la economía de la producción, apareció en la década de los 60 del siglo pasado, es un modelo económico y empresarial relativamente novedoso. Tomando como ejemplo la definición del Diccionario de la Real Academia Española, Innovación es la "creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado" estamos aún en las primeras etapas de  Joseph Schumpeter del siglo pasado, donde no se hace mención alguna a los procesos, procedimientos, cultura, etc. Irónicamente se dice que existen más definiciones del concepto que investigadores en la materia. Es posible.

La realidad tangible es que la "Innovación", como concepto y marco de trabajo, ha estallado en este siglo XXI con una fuerza inusitada, alcanzando a todos los niveles y áreas de las organizaciones, incluyendo a las personas. Otra canción es si su aplicación se lleva a cabo de forma coherente con una estrategia parcial o global de la organización, o simplemente con una estrategia, cualquiera.

Como no podía ser de otra forma, la Innovación tiene diferentes formas de interpretación en las culturas occidental y oriental. La cultura occidental tradicionalmente acentúa más bien el aspecto activo de la creatividad crear, producir y configurar. Por el contrario, en el antiguo Egipto y en la cultura oriental aparece como el "introducir" algo en un proceso de crecimiento natural, lo que apunta a la segunda raíz lingüística de la creatividad crecer, transformarse, suceder, hacer crecer.

Otro concepto que introduzco en este artículo es el "Cambio". En apariencia se trata de un concepto simple y sin recorrido, y la Real Academia Española lo contradice con su primera acepción: "Acción o efecto de cambiar"... ¡toma ya! ¿Qué tiene esto que ver con lo anteriormente descrito de "Innovación"? Si nos serenamos y dejamos pasar el primer acaloramiento vemos que en realidad la Innovación es una especialización del Cambio. Todo puede cambiar, de hecho según Heráclito es continuo, pero calificar de innovación un cambio es cuando éste realmente afecta directamente a las personas que se encuentran dentro del ámbito de acción o de difusión (ámbito estratégico estricto y/o ámbito extendido sin control) Un ejemplo es la lata de Coca-Cola. Se han encontrado latas en los lugares más inhóspitos de la Tierra, algo que nos debe de hacer recapacitar sobre el impacto de la innovación en la naturaleza y por consecuencia directa,  en todos los seres vivos de nuestro planeta y sus futuras generaciones.

Confundir cambio con innovación es al talento una provocación.

Con el avance actual en el estudio, conceptualización y normalización de la "Innovación" nadie debería de aceptar que se hable de "Cambio" en un proceso que no lo es. Si pasamos de un carril a otro de la autovía, eso es un cambio; si vamos a Londres deberemos de cambiar moneda; el descerebrado que se casa, cambia de estado civil (como poco)... Por lo tanto, exijamos utilizar los términos correctos. El Plan de Cambio en una organización puede contener el cambio de papeles de una mesa a otra, pintar los despachos, reemplazar las sillas o incluso modificar procedimientos operativos. La diferencia sustancial, enorme,  ciclópea de la Innovación es que un Plan identificado como tal introducirá novedades que transformarán el concepto. No podemos permitir que nadie, incluso los Consejos de Dirección, hablen de Plan de Innovación cuando la realidad es enmascararlo para un simple cambio cosmético. No entremos en ese juego tan perverso.


Innovación es tener el compromiso irrenunciable, con los empleados, los clientes y la sociedad, de introducir todos aquellos cambios necesarios, en cualquier ámbito de la organización, que sustancien una nueva percepción de la oferta en productos y servicios. Percepción materializada en los procesos internos y métodos de trabajo, participación más creativa y menos ejecutiva de los profesionales. Percepción real de que la Innovación es eso, INNOVACIÓN.

miércoles, 9 de julio de 2014

Innovación y "los otros"

Nadie discute a estas alturas la realidad de cambio irremediable (alguno habrá que lo negará aún) que nos mantiene, como los atónitos espectadores en los primeros pases de los hermanos Lumière, atrapados en las banquetas, cuando no corriendo en estampida porque el tren se nos echa encima.
Utilizo y mantengo, consciente y en plenas facultades mentales, el término "espectadores".  Lo queramos o no, al menos eso intuyo, ninguno de nosotros estamos en posición de guiar o manipular el futuro próximo, estando éste en manos de los lobbies más o menos ocultos del poder. Lo que ha quedado nítidamente transparente es que el modelo actual (aún no alcanzamos a entrever lo que nos deparará esta travesía) tenía más agujeros que un Gruyère (1) y se sustentaba en un milagroso equilibrio de artificios mágicos, aunque todos sabemos que la magia es tan solo una ilusión que el individuo prefiere creer antes que la propia realidad.



La Innovación ha recalado como uno de los resortes que inevitablemente se deben de armonizar en todas las organizaciones con pretensiones de futuro, aunque las legítimas pasen únicamente por el "virgencita, virgencita...". La utilización de "Los Otros" es un homenaje al reconocido copista Alejandro Amenábar en su mediocre falsificación de la gran obra "El sexto sentido". Acostumbrados como estamos a las mentiras, falsificaciones, embustes, ocultaciones, no es de extrañar quien se encuentre cómodo entre sus propios embustes, más aún, viva en y de sus falacias.
La Innovación Corporativa tiene el suficiente peso específico en el devenir de la organización que no se debe de abandonar en manos desconocidas o sin materializar. Los innovadores "otros" ni tan siquiera son conscientes de que no lo son y pautan brebajes paramédicos de fórmula magistral, cuando la realidad posterior es otra muy diferente. Es posible que en ocasiones funcione el placebo directivo, pero las cuentas de resultados no son impresiones personales y pasan por auditorías y consejos de administración que desvelarán el final de la película.
Como he sentenciado en alguna otra ocasión, la Innovación no es tal si no invoca a todos los espíritus innovadores de la organización, esos que son las sombras del momento pero que se erigirán en las realidades futuras. Pero propongo un debate, ¿se puede contar con "los otros"? Mi apuesta personal es que se debe. Debemos de poseer las posiciones opuestas o distintas a las planteadas en el Plan de Innovación para contrastar y fortalecer decisiones, que en ocasiones se verán influenciadas y enriquecidas, que es el fin último.
Cuidado con "los otros" protagonistas, y demos la bienvenida a "los otros" colaboradores... siempre que no desvelemos su rol antes de tiempo.


(1) Hasta en esto estábamos engañados ya que el original y auténtico Gruyère Suizo no tiene agujeros