martes, 25 de marzo de 2014

Donde los sueños se hacen realidad - IT factory

Los sueños no son más que representaciones del inconsciente, más o menos exactas, de nuestras necesidades, anhelos, aspiraciones, obligaciones, y por qué no decirlo, de nuestras obsesiones. Los sueños “materializan” todo aquello que nos ocupa la mente para reorganizar las ideas y sensaciones sobre cada uno de ellos. La interpretación de los sueños comenzó hace más de 3.800 años, recogidos en manuscritos y no tiene visos de que termine esta apasionante vía de entendimiento del complejo ser humano.
En el mundo de los negocios los sueños son materiales y de definición de mejores prácticas, herramientas, procesos, profesionales que aumenten el potencial en el mercado del bien que comercializamos y nos haga más rentables y competitivos. La fábrica de sueños se encuentra en la misma ágora ejecutiva de la organización, pero no en exclusiva. En todos los casos, sin excepción, en los que se ha solicitado la colaboración y aportación de ideas a todos los componentes de una empresa, se han recopilado numerosas propuestas válidas. Tras su estudio y análisis de viabilidad e impacto, varias de ellas se han llevado a cabo con enorme éxito en todas las vertientes del negocio.
Todos los “sueños” empresariales pasan irremediablemente por un mismo flujo de maquetación, maduración, modelado, evaluación, valoración y aprobación; finalmente pasan a la fábrica para elaborar prototipos que sirvan de simulador de la realidad donde deberán de prestar todo su potencial.
Todos hemos asentado esta lectura en líneas de fabricación mecánica de bienes. Pero no siempre los sueños de mejora del negocio pasan por bienes o incluso servicios a clientes externos. Las organizaciones tienden a relativizar la importancia del servicio ofrecido a los propios trabajadores, de los procesos internos, de las herramientas de gestión del negocio, del tratamiento de la información, del análisis para la toma de decisiones. Todos los sueños que pasan con éxito los filtros estratégicos se materializan en la factoría IT. Absolutamente todos los procesos de una compañía terminan convirtiéndose en programas informáticos que utilizarán varios, cientos o miles de usuarios.
La responsabilidad de IT es dar respuesta técnica a los sueños del negocio, bajo las premisas ciertas y claras que deben de ser trasladadas con el mayor detalle, tanto desde el punto de vista del usuario, como del retorno en forma de datos perfectamente estructurados que faciliten su explotación para la toma de decisiones o como engranaje de procesos más complejos.
No se trata de áreas estancas, ya que debe de existir una colaboración estrecha para el buen fin del proyecto, pero sí deben de tener sus ámbitos de responsabilidad bien definidos y respetados por las partes. Estrategia de Negocio y Estrategia Tecnológica son siameses inseparables que comparten los objetivos vitales de la empresa, pero a la vez tienen su espacio inviolable de responsabilidad.
Los sueños de evolución y mejora constante se plasman en el Desarrollo Organizativo y se materializan en IT como la factoría de realidades en la organización. Ambos no pueden sobrevivir por separado, pero sí pueden llegar a exterminarse si no se respetan sus propias e irrenunciables competencias.

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